Este color es sin duda el más fértil de la imaginación. Infinito, profundo ilimitado, el azul abre todas las posibilidades. Fresco como la noche recién llegada, tan relajante como una extensión de agua, que varía del cielo invernal al cobalto, el azul es también el último grado antes del negro absoluto. A Gabrielle Chanel le gustaba el azul marino intenso tanto como el blanco o el beige. Ella tenía su suite en el Ritz de París. Aunque no son hermanos, elegí el Hotel Ritz Madrid para pasar unos días con Eros y este fue el perfume que utilicé. Además, el azul es un color muy emblemático del hotel. De hecho, los silloncitos estilo Neoclásico de mi Suite Junior eran de terciopelo azul y en las alfombras de la Real Fábrica de Tapices está presente en varias tonalidades.
Este es un perfume de libertad. Una fragancia inspirada en el frescor del Mediterráneo, en los campos de cítricos pero también en las hierbas aromáticas, las raíces de vetiver, en la deflagradora madera de cedro y en la untuosidad de la madera de sándalo. BLEU DE CHANEL se ha convertido en emblema olfativo del anticonformismo masculino. Un frescor insumiso, agudo y remanente que ha sabido conquistar a los hombres liberados. El Eau de Parfum despliega una sensualidad inédita a flor de piel. Con mi espíritu viajero y soltero, este perfume se vino también conmigo al Ritz.
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