Me despierto con la luz del alba. La odalisca me sigue mirando. Eros me espera paciente durmiendo. Estoy listo. Hace un día de primavera perfecto. Pasamos por la Real Academia Española, los Jerónimos, el Real Jardín Botánico, la puerta Murillo del Prado, la estatua de Velázquez y, aunque esté de espaldas, sé que la odalisca me mira. ¿Qué me querrá decir?
A la hora prevista, llegó mi Desayuno Español (42 €), pan con tomate, tortilla española, churros con chocolate, quesos… Preparo a Eros para conocer más tarde a una persona muy importante. Lleno un poco la bañera con agua templada y baño a Eros con su shampoo. Más limpio que nunca, con el pelo brillante y sin rastros de olor, nos vamos a recorrer el Parque del Retiro.
Tengo una cita con Alfonso de Brito, propietario de la Peluquería Moderna, él es la tercera generación de esta barbería castiza del año 1808 (c/ Alcalá 121, 914 35 37 49). Su abuelo era portugués y fue el barbero del rey. Por sus locales pasan una media de 100 hombres al día. Cuidarse no es algo nuevo. Utiliza productos Crew para el pelo y Lea para el afeitado. En 20 minutos ya no había rastros de mi barba (15,50 €). Eros se quedó a mi lado. Al salir, hizo un nuevo amigo. Conversé con su dueña, una mujer estupenda. En el número 21 de la calle de Velázquez, entramos a Gancedo. Selecciono una telas para el blog y aprovecho para saludar a la familia propietaria de esta gran casa de decoración. Converso un rato con Beatriz Gancedo, su hermano Manuel, que es un buen amigo mío, está de viaje.
Me espera Carlos Moreno Fontaneda, el propietario de El Perro y La Galleta y nieto del fundador de las galletas María Fontaneda (C/Claudio Coello 1, + 606 82 24 21, a partir de 30 €). Este es probablemente el restaurante de moda de Madrid, sobre todo para los amigos de los perros y de la buena mesa. Me encontré con un camarero que conocí en un Relais & Chateau, él se acordaba de mí y de Eros. La decoración del local es muy original, divertida, elegante y acogedora. Estuve con Fontaneda y sus Jack Russel, Eros se enamoró de Cocó y ella parece que también. El restaurante se inauguró el verano pasado y acaban de renovar su carta. El vino Bla II, un D.O. Montsant, aromático, rojo pichón, es la elección perfecta para un día primaveral (19€). Alcachofas, con salsa para mojar con pan, ceviche del nivel de los mejores del Pacífico, un rissoto tan rico como los que preparan en Italia, una mousse de chocolate y un original appel strudel con galleta. Todo: ¡me encantó!
Disfruto de la luz que entra por los magníficos ventanales. Las chicas de la mesa de al lado están fascinadas con Eros, María Ángela, una de ellas, está asombrada con el proyecto solidario de Dog Friendly traveler y no duda en hacerse fotos con Eros, toma nota y es nuestra nueva seguidora. Antes de irme, me informan de una linda noticia, El Perro y La Galleta dona el 1% de sus beneficios a la Fundación Aladina, entidad española que tiene como objetivo ayudar a niños y adolescentes enfermos de cáncer y a sus familias.
Ya que estaba en Claudio Coello, fui a visitar la galería Guillermo de Osma, siempre me invitan a sus vernissage pero no voy, algo muy propio de mí en esta etapa de mi vida. Regresamos al Ritz paseando por el Retiro. Es la hora tan esperada. En el hall, le presento a Eros al director del hotel, Christian Tavelli. En cuanto se ven, los dos se hacen íntimos. También estaba Inma Casado Amezúa, directora de comunicación. Ella es estupenda, una gran profesional. Como todo el mundo está muy intrigado con lo que pasará en el Ritz, le pregunto a Tavelli que, por favor, me cuente cuáles son los planes que tiene pensando hacer el Mandarin Oriental para este icono del lujo en España. Me avanzó que un minucioso proyecto de restauración se llevará a cabo en 2017, es un palacio histórico y su estilo será respetado, la inversión estimada será de 98 millones de euros.
Me gustaría despedirme de las 250 personas que hacen que este hotel de gran lujo funcione como un reloj y por darnos un trato exquisito. Cuelgo mi Menina en la puerta, saludo a la camarera que se ha ocupado de nuestra suite. Con Eros saludamos al equipo de recepción, conserjería y a los porteros, él se llevó mimos de todos ellos y, como es tradición, me regalan unas violetas. Volveremos.
Texto: Christian Oliva-Vélez
Fotos: David Suárez
0 comentarios