El Central es el café típico vienés de referencia en Innsbruck. Sirven postres que hicieron suspirar a la emperatriz más famosa.
Durante nuestra visita a Innsbruck, uno de los cafés lo tomamos en el mítico Café Central (1884), está en la calle paralela a Maria-Theresien. Es muy fácil dar con el, hay bicicletas aparcadas en la puerta. Como fuimos en invierno, la terraza estaba vacía. En el interior, un piano negro esperaba ser tocado. Los música clásica corre por las venas de los austriacos.
La gente tomaba su café con tranquilidad. Saboreaban pasteles y leían la prensa. Como en otros cafés austriacos, tienen los periódicos más importantes del mundo y están bien organizados con estructuras de madera hechas a medida. Como manda la cultura del café vienés, los diarios se pueden leer por el precio de un café (2,40€) y, conectado a la red WiFi, pasar allí el tiempo que uno necesite.
En el Central es donde se puede probar el Kaiserschmarrn, postre creado para satisfacer los gustos de Sisi. Los pasteleros austriacos son algunos de los mejores de Europa y no es fácil encontrar sus postres, y tan bien hechos, en otro país. Sin duda, al menos una vez por día, hay que sentarse en un café como el Central y probar sus dulces.
Este clásico de la gastronomía austriaca sirve también platos vegetarianos. La cocina cierra a las 21:00h. En un día de frío, nieve o de sol, el Hotel Central resulta ideal para no salir de allí. Cuenta además con una zona de bienestar, incluye sauna finlandes, baño turco, sala de aparatos y terraza al aire libre.
Texto: Christian Oliva-Vélez
Fotos: David Suárez
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