- Lulu, Adrian, Lora y Mollie.
- Mollie.
- Lora.
La artista se está instalando en Madrid junto a Adrián, su pareja, y sus otros compañeros, las perras Lora y Mollie y el conejo Joe. Juntos, desde aquí, apoyan la campaña contra la leishmaniosis #MejorSiNoPican.
Llevamos meses queriendo encontrarnos para compartir nuestro amor por los perros y la pasión por el arte. Quedé con ellos en la Casa de Campo. No hay uno más guapo que el otro. Después de derretirme de amor con Lora, les presento a Lulu. Ella es la nieta artista de la condesa de Romanones, estudió historia del arte, ama a los animales y la moda es su hobby (ver su blog aquí). Es auténtica, no necesita inventarse ni ponerse nada especial para ser. Pinta figurativo con acuarela, acrílico y óleo. Es una joven artista y promete. Su sensibilidad, delicadeza y refinamiento se muestran en sus obras. Tiene muy buena mano para el dibujo, la luz y los colores de sus pinturas son sublimes.
Nuevo hogar
La mejor obra de Lulu Figueroa es grupal y están todos en la foto. Adrián Saavedra López, estudió antropología y, como es un tipo valiente, ha decidido ser un emprendedor, hasta fue jugador profesional de poker. Le apasiona la vida saludable. Por trabajo, estos madrileños y sus mascotas han estado viviendo los últimos dos años en el Algarve y ahora están preparando su casa en Aravaca. Lulú está feliz porque tendrá la luz y el espacio que necesita para crear a gusto y podrán dar largos paseos por la Casa de Campo con Lora y Mollie.
- Lulu, Adrián, Lora y Mollie.
- Anillo Aristocrazy.
- Las llaves de su nuevo hogar.
- Siempre lista para disparar con su Nikon.
- Correa que utilizó el padre de Adrián con su último perro.
- Lulú, Adrián, Lora y Mollie.
Siempre viajamos todos juntos. Nunca faltan las escapadas a la finca familiar en Jerez. Lulu Figueroa Domecq.
Lora tiene los mejores padres
Volviendo a Lora, se la ofreció a Lulú una amiga de su madre. Lora tiene 5 años y se quedó parapléjica hace unos meses. Sufrió de una hernia discal y la tuvieron que operar de urgencia. Para ello, viajaron desde el Algarve, donde estaban viviendo, hasta Madrid para hacerlo en el mejor lugar. Desde entonces, Lora evoluciona muy despacio, todavía tienen la esperanza de que vuelva a caminar antes de ponerle las rueditas.
Junto con Adrián, ahora la ayudan a hacer sus necesidades. Es duro solo para ellos porque a Lora se la ve feliz. Claro, con unos padres adoptivos tan entregados no me extraña. Las dos están protegidas, les ponen la pipeta de Advantix y llevan collar antiparasitario. Son todo un ejemplo de tenencia responsable. Ellos aseguran que Lora tiene mal carácter pero se dejó querer por Eros, él la llenó de besos.
Texto y fotos: Christian Oliva-Vélez
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