En Oslo, después de un desayuno bio, cruzamos un puente de su barrio más exclusivo para vivir la European Green Capital 2019.
En el lobby de mi hotel me reuní con Hernán Rocha, mi guía de Visit Oslo. Él es argentino, habla noruego, le llevó cuatro años aprenderlo, y está casado con una noruega. Iniciamos el tour privado por Tjuvholmen, barrio de arquitectura contemporánea y de alto poder adquisitivo, donde destacan The Thief y el museo diseñado por el famoso arquitecto Renzo Piano. En esta primera mañana, descubrí que Oslo es una auténtica ciudad moderna y verde, es la «European Green Capital 2019″. La disfrutan más de 661.000 habitantes. Eros hizo pis en un árbol de Strandhagen (parque a pocos metros del hotel). Recorrí con la mirada el Fiordo, tiene tantos reflejos como un brillante. En Oslo es fácil perder la noción del tiempo (en verano, tiene hasta 19 horas de luz).
Aker Brygge, uno de los barrios más entretenidos
El paseo marítimo de Aker Brygge es de visita obligada, un melting pot visitado por 12 millones de personas al año. Allí encontré un buzo que permanece en estado contemplativo. Se trata de “Dykkaren” (buceador), obra de Ola Enstad, es de tamaño natural y está bañada en acero inoxidable. Circulan ciclistas, ejecutivos con trajes slim y zapatillas blancas, niños rubios toman helado, amantes del café sentados en terrazas estupendas, un pescador vende su genero, embarcaciones que van y vienen. La atmósfera es idílica. Sigue nuestros pasos por la historia de Oslo.
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