Nantes, 8 am. En el corazón de la ciudad de Le Voyage a Nantes, el festival cultural avant-garde de Europa, me encuentro con el pasado en el pasaje cubierto más bello del continente (s. XIX). La decoración del Pasaje Pommeraye es exuberante, propia del reinado de Luis Felipe. La galería acaba de ser restaurada, está llena de detalles. El espacio invita a ser disfrutado con calma. Contemplo sus alegorías, medallones, madera y forjas de hierro. Se respira elegancia.
La escalera es monumental e inspiradora. Por unos minutos, con Eros formamos parte de este decorado. Cuánta historia hay tejida con las idas y venidas de quienes la transitaron y la visitan hoy. La conocieron bien los escritores Verne, Vaché, Julien Gracq y el cineasta Jacques Démy. Me cuentan que por aquí, en el pasado, paseaba un caballero con su tortuga, este señor fue un visionario. Da gusto entrar en lugares históricos donde los perros tienen permitido el acceso. Admiro a este pueblo ilustrado, estoy enamorado de Francia. Continuamos con nuestro itinerario, lo compartiré próximamente.
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