Patscherkofel Schutzhaus ofrece la típica cocina austriaca de montaña y los perros están bienvenidos.
Después de hacer senderismo por los Alpes, vale la pena darse un homenaje en Patscherkofel Schutzhaus,el mejor albergue alpino de estas cumbres desde 1887. Eva, nuestra guía privada de Innsbruck, se encargó de pedir los platos tradicionales que más atrajeron al equipo. Las raciones son grandes. Comí pan tirolés con mantequilla, caldo con bola de patata con queso y espinacas y, de postre, los diferentes strudel (40€ p/p). Yo no suelo dormir siesta y, menos aún, para perderme horas de luz en Innsbruck. Para los que sí la necesitan, este chalet también ofrece alojamiento.
Texto: Christian Oliva-Vélez
Fotos: David Suárez
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