La semana pasada, en Oslo, se celebró la mayor fiesta nacional. Es uno de los países con mejor calidad de vida del planeta y adora a los animales. Descubre conmigo Noruega y el concepto #Besafie.

Ole Bull, uno de los compositores más grandes del mundo.

Los fiordos es una estampa que todos visualizamos de inmediato. Somos muchos los que hemos soñado con ellos, y quién no ha hecho hasta un puzzle de sus paisajes. En el mirador de Trolltunga, a mi me encantaría verme como Friedrich en «El caminante sobre el mar de nubes». El afán por conseguir la foto perfecta en situaciones extremas ha sido el motivo de muchos accidentes, algunos de ellos mortales. Bajo la idea firme de que no merece la pena arriesgar la vida por un selfie nace el concepto #besafie, siendo Noruega el primer país en lanzar una campaña de concienciación y comunicación sobre este importante tema.

#Besafie (la unión en inglés de Be safe y Selfie) sigue las pautas del “Código noruego de montaña” en el que se definen unas reglas básicas de seguridad en la naturaleza que se enseñan, aplican y cumplen desde edades  tempranas. Tanto es así que, en Noruega, todo el mundo conoce y respeta estas normas cuando se realizan actividades en la naturaleza.

¡Ser turista en Noruega no es peligroso!
Per-Arne Tuftin, director de Turismo de Visit Norway.

El objetivo principal de la campaña internacional #Besafie es concienciar a los turistas de la importancia de la seguridad en la montaña, que empieza por una preparación previa al inicio de la actividad al aire libre. Además de esto, #besafie aspira a prevenir a los viajeros sobre el mal uso y posibles peligros del selfie en entornos extremos en los que uno puede perder fácilmente la noción del espacio y la distancia.

Por ello, se han diseñado instalaciones en suelos y paredes de aeropuertos y calles donde los turistas pueden hacerse selfies en un entorno seguro y con un paisaje imponente. Todas las fotos que se suban a Instagram y sean etiquetadas bajo el hasghtag «#besafie» se alojarán en Besafie.visitnorway.com.

http://www.youtube.com/watch?v=QPqy7v6REmI

Acontinuación, me centraré en otros aspectos que han despertado me interés. Sus productos Bio deben ser estupendos y la escena gastronómica de Oslo parece soberbia. History Channel ha puesto de moda a los vikingos, los antiguos habitantes de este reino. Aunque los trolls siguen atrayendo, un militar de su armada está causando furor en Instagram. Los escritores noruegos se encuentran entre los más leídos de la actualidad. Sublimes son el violín de Arve Tellefsen, el piano de Leif Ove Andsnes y las obras de los compositores Edvard Grieg y Ole Bull. En la capital, se pueden apreciar colecciones de obras de arte contemporáneo de los artistas más cotizados del mundo. El país cuenta con una amplia oferta de hoteles donde los perros son bienvenidos. Tienen policías que protegen a los animales. Por todo ello, cómo no tener la mirada puesta en el norte del continente.

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El 17 de mayo los noruegos celebraron su Constitución. En cuanto a los animales, me alegró descubrir que cuentan con un nuevo cuerpo de policía destinado a velar por sus derechos. Según los datos encontrados, en el año 2014, la policía reportó 38 casos de maltrato animal. Bajo la ley de Noruega, este delito está penado con hasta 3 años de cárcel.

De los escritores, me gusta el universo de Knut Hamsun. Al igual que Anton Chejov, Stefan Zweig o Thomas Hardy, él fue un amante de los perros y de la naturaleza. No hablaré aquí de su lado oscuro. De sus libros, elegí «Pan». Aunque este título de Anagrama ya tienen sus años, hasta ahora, no lo había leído. Recientemente, la editorial publicó la obra de otro autor noruego de actualidad. Hablamos de las seis novelas de Karl Ove Knausgard, la saga de ¨Mi lucha» la dejaré para otra ocasión.

Hamsun me ha enseñado a escribir. Ernest Hemingway.

La obra que estoy leyendo.

Pan es el semidiós griego, señor de los bosques y rebaños. Fue imposible resistirme a su encanto. En una prosa elegante, Hamsun nos cuenta que Glahn, el héroe negativo del escritor y con mirada de animal, vive en una cabaña en un bosque enorme del norte de Noruega. En este escenario bucólico, me imagino la escena cuando describe que Glahn se adentraba en el bosque con Esopo, su perro. Por sus colinas paseaba día tras día con Esopo a su lado, sostiene que no deseaba hacer otra cosa. Su sensibilidad literaria me atrae, sus descripciones son sencillas y excelentes.