La casa de huéspedes más maravillosa de Francia me abrió su cocina y su mayordomo me enseñó un plato típico de la cocina francesa.
En la cocina de Villa Baulieu, monsieur David me esperaba para aprender a hacer una tostada francesa. Estaba emocionado. El espacio, la calidad de la materia prima, la simpatía, la paz y la vista al patio de la villa resultan un marco incomparable para una clase de cocina francesa. La mice en place (preparación y disposición ingredientes) del pain perdu (tostada francesa, algunos dicen que se parece a las torrijas) es muy sencilla y rápida de preparar.
Luego, se mezclan los ingredientes: un vaso pequeño de leche entera ecológica con un huevo de granja y un vaso de azúcar de caña. Después, sobre una sartén de hierro, colocó una pequeña cuchara de mantequilla de la región y la calentó a fuego fuerte. Cortó una rebanada de la brioche que hizo el día anterior y la colocó en la sartén. El aroma del espacio era sublime, delicioso. Con delicadeza, la doró de un lado y del otro. Emplató espolvoreando la tostada con azúcar glas.
Monsieur David sirvió la tostada francesa en la mesa de esta magnífica cocina, junto a unas flores de los jardines del château. Mordí y cerré los ojos. El día que haga un pain perdu, volveré a sentir el aroma y el sabor de la cocina de Villa Baulieu.
Texto y fotos: Christian Oliva-Vélez
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