Debajo del Parque de la Cornisa, el que pintó Goya, bajando por unas escaleras de Cuesta de las Descargas, se encuentra el café bar más cool de la capital.
Sonia y Maxi son los artífices de Camarote Vintage. Esta pareja de argentinos nos reciben siempre con mucho cariño. Ahora, pensando en las madres, me fijo en Sonia, madre de una humana y otra no humana, está al frente de la cocina, hace pizzas, ensaladas y bocadillos estupendos. Aunque, tengo especial predilección por sus tartas; nadie prepara las de zanahoria y el brownie mejor que ella en la capital. Yo acompaño sus recetas dulces con un té que la casa atesora siempre para mí y para los paladares más exigentes, es uno ahumado y lo sirven en teteras de hierro. Los más golosos se zambullen en el carrito de helados y toppings. A los perros educados les espera un premio sabroso, Eros nunca se va sin el suyo.
Con el buen tiempo, la terraza sobre la Ronda de Segovia número 22 se vuelve mágica. Sombrillas de paja, sillas de hierro en verde Tiffany y velas encendidas en farolillos de colores crean un ambiente muy tentador; invita a degustar las cervezas artesanales que Maxi guarda bien frías. Dentro, desde las lámparas de Led con sonido incorporado, me encanta disfrutar de su excelente selección musical.
Sin duda, este domingo, a partir de las 17hs, llevaría a mi madre a Camarote Vintage si estuviera con ella en Madrid (+34 635 94 39 69); aprovecha tú si puedes y hazla feliz. Antes de esta experiencia tan agradable, cuando Eros y yo vivíamos en Cuesta de las Descargas, solíamos dar largos paseos por Madrid Río y la Casa de Campo. Desde ya, Camarote Vintage resulta inolvidable.
Texto y fotos: Christian Oliva-Vélez
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