Consolación es un destino para los cinco sentidos. En tierras donde reina la naturaleza, la libertad y los placeres de la vida se pueden disfrutar en la mejor compañía.
El hotel Consolación se encuentra en Valderrobres, en la comarca de Matarraña (Teruel), que es conocida como la toscana española. Es un destino delicioso, que no frecuentan las multitudes, y es dog friendly. No hay limitación de peso, cobran 20€ por día y, como detalle, al peludo le esperan unas galletas. Consolación acaba de reabrir después del confinamiento y lo hace a lo grande, con nuevas habitaciones. En este hotel se puede contemplar el horizonte y las estrellas. Es un destino para tomar contacto con la naturaleza. Invita a la introspección y a la aventura a través de los cinco sentidos. >Reserva o regala Llaves Regalo en Rusticae.es
El edificio principal lo conforman una ermita del siglo XVI y la antigua casa del ermitaño. Para acceder al hotel se atraviesa un arco de piedra. Hay habitaciones en la ermita y, sobre una acantilado, otras dentro de cubos revestidos de madera inmersos en la naturaleza. Vale decir que, lo sueños reparadores están asegurados. Al despertar, desde la cama o el balcón, las vistas al Parque Natural dels Ports atrapan. Para el desayuno sirven productos de la región y tartas caseras. La cocina es de proximidad, tiene su huerto propio. El perfume de romero y tomillo, un chapuzón con vistas y largos paseos invitan a reconectar con lo esencial.
Si uno prefiere viajar ligero, es un acierto, el hotel tiene una biblioteca. Aquí uno puede permitirse descansar y vivir experiencias enriquecedoras. Morder un pan de queso sin gluten con tomate de la huerta y exquisito aceite de oliva, compartir fotos por Instagram y hacer buenas rutas con el perro.
Senderismo, aventura e historia
Entre montes de pinos y encinas se llega en 45 minutos hasta la ermita de Santa Bárbara (1616). Para los aficionados al senderismo: la Vía Verde de la Val de Zafán, llena de olivos y almendros. Si se desea sentir la libertad, más aún si cabe, hay que acercarse hasta el Barranco del Canaletes. Allí se encuentran saltos de agua, cascadas y pozas de limpias aguas de color turquesa. Asimismo, la comarca forma parte del Bajo Aragón Histórico y vale la pena visitar su legado.
Por todo ello, se entiende que el hedonismo sea necesario y apropiado para regresar a la «nueva normalidad» con energías renovadas.
Texto: Christian Oliva-Vélez
Imágenes cedidas por el hotel Consolación
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