La Colectiva Café es una de las direcciones más tentadoras para los apasionados del café y el veganismo.

La Colectiva Café es la dirección vegana para los que viven o pasean por Chamberí. Descubrí este local viviendo en el barrio. La Colectiva está en Fernando de Rojas, 9. Es un espacio pequeño dedicado al café, su logo lo deja claro (me encanta). Su cocina es herbívora. El local es discreto, viste de negro y vidrio; de hecho, si pasas de prisa no lo ves. Su ambientación, de estilo nórdica o industrial, resulta cálida; jardín vertical, madera, ladrillo vista y hierro. Tiene dos plantas y Wi-fi; los ordenadores son bienvenidos en el subsuelo. Lo regentan dos argentinos. En esta cafetería se impone el autoservicio y hay bowl con agua para los perros.

Aquel día de invierno, yo necesitaba una infusión anti bacteriana y no la encontré en su carta 100% vegetal; el jengibre no lo utilizan para eso.  Tampoco sirven huevos de gallinas felices, pero sí leche de vaca. Sentado con mi novio y Eros, pedí un capuchino (3€). Me tenté con unas tostas con aguacate y un yogur de soja con granola casera, fruta y un brownie. Todo estaba rico. La presentación, en vajilla que parece salida del los mercados del Rastro o de San Telmo, cuencos de cerámica y frascos de vidrio, resulta simpática. El menú semanal lo encontrarás en el perfil de su Instagram.

Me queda pendiente pasarme algún fin de semana para el brunch. Las veces que pasé, estaba lleno. Si eliges ir durante un día invernal, ten presente que, si te sientas en la mesa que hay junto a la puerta de entrada, te aseguro que es como estar viajando en un colectivo (autobús) de Buenos Aires con la ventana rota. Me quedé helado. Menos mal que, en casa sí tenía jengibre.

Texto y fotos: Christian Oliva-Vélez