Hablo de perros con Andrea Gara.
La joven actriz ha rodado bajo las órdenes de directores de cine como Vicente Aranda, ha trabajado en las series de televisión “La Que Se Avecina” y “Aquí me las den todas”. Recientemente ha estado presentando un programa deportivo en América Central y ahora está disfrutando de su vuelta a casa. Tiene un proyecto televisivo en España y la he invitado al showroom del interiorista parisino Mike Alleg, en Chueca, para hablar de peludos.
El primer contacto con animales que recuerda Andrea Gara fueron unos galápagos y desde siempre ha sido una enamorada de los perros. Su tía tenía una bóxer, que se llamaba Randa. En aquel momento ellos vivían en un piso, por lo que sus padres no la dejaron tener perro, y Randa fue como su perra. Dice que era maravillosa.
Una vez que se mudaron a un chalet, tuvieron dos hembras de pastor catalán. Como el veterinario era amigo de la familia, siempre estuvieron bien cuidadas y protegidas con el collar antiparasitario y la pipeta.
Gara recuerda con pena que, una de ellas sufrió un accidente con una oruga procesionaria en Madrid. Donde vive hay pinares y, un día paseando, su perra mordió esta peligrosísima oruga. «Estuvimos muy preocupados por ella, la pobre perdió parte de su lengua.»
PeludoSOS, el santuario con el que colabora
Por otro lado, afirma que le encantaría adoptar, pero tener un perro conlleva una gran responsabilidad. «Es muy bonito tener uno, pero dependería de mí toda su vida y ahora mismo, por mi trabajo, no tengo un domicilio fijo y hacerlo no sería responsable por mí parte. De todos modos, ahora que no tengo perro y que soy muy sensible con respecto al abandono, colaboro con la Asociación Santuario PeludoSOS (Madrid). Tienen perros abandonados, caballos y cabras que están en adopción.»
Dicha asociación tiene tres años y, desde entonces, ha ayudado a más de 300 animales a encontrar un hogar donde les quieran y les cuiden el resto de sus vidas. Ahora tiene a más de 40 perros, entre el refugio y las casas de acogida, 16 gatos, 3 caballos, un burro, 4 cabras, ocas, patos y gallinas, todos ellos rescatados de la calle, perreras o familias que ya no les querían.
Los creadores del santuario viven con ellos en el refugio, se encargan de su cuidado, del mantenimiento y ampliación de las instalaciones, que han hecho poco a poco ellos mismos. Empezaron de la nada y, con el tiempo, van mejorando todo para que los animales estén lo mejor posible. Los caballos, burro, cabras, ocas, patos y gallinas, son animales que están de retiro y vivirán en semilibertad los días que les queden de vida.
En cuanto a los perros y gatos, buscan familias para ellos. El proceso de adopción es muy sencillo. Realizan un cuestionario, entrevista telefónica, visita previa a la casa y seguimiento posterior a la adopción. De todos modos, los animales que han pasado por sus manos serán siempre «PeludoSOS», aunque tengan su familia. La asociación se preocupa por ellos el resto de su vida. Gara me cuenta que para ellos los animales son su vida y viven para ello. Sin más, puedes ayudarlos mucho con un donativo haciendo clic AQUÍ.
Texto: Christian Oliva-Vélez
Fotos: David Suárez/ PeludoSOS
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