El Almirante es un tres estrellas inédito en la playa de San Juan. Con buen gusto, los hermanos Boné saben marcar la diferencia.
Descubrí este nuevo destino hedonista gracias a Instagram. Me reuní con Gonzalo Boné (Zaragoza, 1987), economista y empresario al mando del Hotel Almirante. Para situarte, su hotel está a 16,8 km del aeropuerto y a 8,5 km de la estación de tren de Alicante. Justo en frente, la playa de San Juan (6 km de arena fina), donde no falta la bandera azul, palmeras, deportistas y poco tráfico (Av. de Niza, 38, 03540, Playa de San Juan, Alicante; +34 965 650 112; HD desde 168 €).
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- Gonzalo Boné, una familia top.
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- Verde esmeralda, el color del Almirante.
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- Pinos, sombrillas, tumbonas y un quiosco visten de relax el jardín del hotel.
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- Vista del edificio desde el jardín.
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- Puerta de acceso principal. Las bicicletas del hotel están disponibles para los huéspedes, consultar precios.
El Almirante huele a geranio, bergamota y limón, pirámide olfativa de la fragancia del hotel creada por Patrick Munsters y por encargo. Se escucha buena música. Los huéspedes entran y salen. Su atmósfera tiene personalidad, alma. Aunque se trata de una dirección dog friendly, no se admiten peludos del 15/06 al 1-10. Boné adora a los animales. Monta a caballo y todos los años se trae desde Zaragoza a Araucana, su yegua. Allí también tiene a Budi, un teckel.
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- Prensa internacional.
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- Apliques retro, flores y muebles vintage —parecen de mediados del siglo XX del norte de Europa, principalmente de Dinamarca— visten el restaurante del bar.
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- Barra del bar.
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- Living, acojedor que invita a la lectura, al relax.
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- Lobby con escalera, mural y araña que datan de los años 70.
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- Los 70 con un twist pop.
Detalles de categoria
Todos los espacios del Almirante lucen impecables, está muy bien puesto. En el toilette me lavé las manos con No.72 Rose Promesse, jabón liquido de Marie-Stella-Maris (firma holandesa), es: ¡fabuloso! El en bar, de estética vintage, no faltan flores perfumadas y prensa internacional. Los huéspedes disfrutaban de la nueva piscina. Las habitaciones son de diseño, confortables, están perfumadas de frescura y tienen terraza (la mayoría con vistas al mar). Este destino me recordó a Miami Beach. El co-artífice es Javier Boné, director adjunto de producción de la editorial Taschen. En la proa y en la popa, a babor y a estribor, los hermanos Boné marcan la diferencia en la Costa Blanca.
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- Vista desde la terraza de la suite.
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- Vista general de la suite del Hotel Almirante.
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- Amenities de la suite.
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- Otro de los baños.
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- Todas las habitaciones cuentan con la última tecnología.
Arroces para repetir
Pocardy es el restaurante del Almirante, que podría estar en Copenhague por su estilo. Pocardy es toda una institución gastronómica en la región, sobre todo por sus arroces. La carta atrapa por la belleza de su ilustración, evoca a el Cabinet of Natural Curiosities de Albertus Seba, uno de los mayores logros de la historia natural del siglo XVIII y continúa siendo uno de los libros de historia natural más valorados de todos los tiempos. Entré en la cocina. Los insumos utilizados por el chef Guillermo Severa son magníficos, él tiene una interesante trayectoria internacional junto a reconocidos chefs. Con este repertorio mediterráneo, Severa consigue hacer platos de sobresaliente (para mojar el pan).
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- Playa de San Juan vista desde el Hotel Almirante.
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- Viajera disfrutando de la lectura en la terraza.
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- Mesas con madera vista y sillas cómodas invitan a disfrutar.
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- Los platos de Pocardy son muy atractivos.
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- Coulant au Chocolat.
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- Tantin con helado de vainilla.
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- Mi crème brûlée.
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- Este verano el hotel estrena piscina de gres porcelánico (el material más resistente, higiénico y seguro).
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- La terraza del Almirante es el meeting point de la playa de San Juan.
Texto: Christian Oliva-Vélez
Fotos: Hotel Almirante/ @gonbone/ Christian Oliva-Vélez
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