En Les Mauvais Garçons, con la navaja al cuello, Eros no se movió. Mi barba quedó perfecta.
En la Isla San Luis, entré con Eros en la barbería Les Mauvais Garçons. Solo cogen cita por teléfono (34 rue Saint Louis; +33 1 42 02 49 79). Esta dirección, pensada para el hombre, lleva 20 años en el mismo sitio (desde 1997); la tenía en mi lista de deseos. El salón está bien ambientado, es auténtico. Los que atienden llevan una marcada estética hipster.
- Detalles del escaparate.
- Jabón portugués, de la casa Antiga Barbearia; línea «Ribeira do Porto».
- Artículos para el afeitado tradicional y de Les Mauvais Garçons.
- Antiguas butacas de teatro sirven de asiento para esperar el turno.
- La barbería vende productos de Fellow Baber, premiada barbería del Downtown de Nueva York.
- Detalles con sello Harley Davidson.
- Anuncio vintage de fijador.
- Silla Belmont.
- Mi barbero de Les Mauvais Garçons.
- Eros se comportó como un señor perro.
- Caja registradora de época.
Cuando voy al barbero, Eros se sienta conmigo. Me ponen la navaja en el cuello, parece que percibe el peligro y él no se mueve lo más mínimo. En esta oportunidad, disfruté de la lavanda, rosas, canela, vetiver, repertorio que componen la fragancia del jabón de Martin de Candre; francés, artesanal y realizado con aceites vegetales 100% naturales. Me relajé, el barbero perfiló con precisión la barba y luego envolvió mi rostro con una toalla caliente (45 min/ 35 €).

Confianza absoluta en el barbero y en Eros, que estaba recostado sobre mis piernas; sabe que no puede moverse.
Texto: Christian Oliva-Vélez
Fotos: David Suárez
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