Alàbriga recibe con su atmósfera exclusiva. Viste de refinadas casas italianas, tiene mayordomos, chef 5 estrellas Michelin, Spa, infinity pool, yate y descorcha Dom Perignon a discreción. La conocí y te la presento.
Alàbriga, el nombre tiene origen fenicio y su significado era, fortaleza al sol. Hoy es el nuevo destino de Gran Lujo en la Costa Brava. Cumple con las elevadas expectativas que me presentó Viajes Singulares, la agencia preferida de los diplomáticos, princesas árabes, altos ejecutivos y demás trotamundos. Días atrás, el hotel hospedó al matrimonio más glamuroso del planeta, a Natalia Vodiánova y Antoine Arnault e hijos.
Llegamos a Girona en el AVE (4h30min; clase Preferente, 306 €). Nos dio la bienvenida Arturo Martínez, nuestro mayordomo. Se ocupó del equipaje y el chofer nos llevó hasta el hotel. Sobre la playa de Sant Pol, Alàbriga reposa como un superyacht; su silueta es singular. La zona es S’Agaró, un auténtico hot spot de los años 50 y 60. Eros sabe que esta es su nueva casa, entra feliz y con ganas de descubrirla.
Nos asignaron la home suite Grand Club, 139 m² mirando al Mediterráneo (AD, según la temporada, desde 750 hasta 1.995 € y las Deluxe suites, la más pequeñas, a partir de 385 €). La llave de acceso es la huella dactilar de mi dedo índice. Arturo nos enseñó nuestra residencia temporal, que invita a quedarse un buen tiempo. Él deshizo el equipaje y yo salí a pasear con Eros. Te contaré más detalles en el próximo post.
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