Café Rouleur Oslo es el punto de encuentro de los amantes de la bicicleta. Su carta es muy breve pero, de calidad, perfecta para recuperar fuerzas.
La European Green Capital 2019 es un destino incomparable, un ejemplo para el resto del mundo. Para un rápido aperitivo en la ciudad, elegí un sitio muy original creado por Alexander Kloster-Jensen, productor, músico y compositor noruego. Café Rouleur, el meeting point de los aventureros que exploran Nordmarka, ruta para hacer en bicicleta a las afueras de Oslo; al parecer, es única en el mundo. En este café también alquilan bicis high-end de FARA cycling, la marca artesanal noruega por excelencia (alquiler, 88€/ 24hs). Detrás de la barra está el taller de reparaciones. La ambientación es escandinava.
Miré unos segundos el Tour de France, que se proyectaba en la pared. A su ritmo, un hombre reparaba una bici y atendía en la barra. Esperé. Tiempo después, me sirvió un vino francés —el dueño es un apasionado de los caldos franceses y tiene una oferta interesante— y lo acompañé con algo de picoteo (26,50€). Este también es un sitio para disfrutar de un tour de cafés traídos desde Holanda o Kenia (café y tarta casera, 8€). Me entraron ganas de montar en bicicleta, probé una negra de carbono (3.000€). Di solo una vuelta. Como no llevé una mochila especial para llevar a Eros, él se quedó con David (fotógrafo de este blog). Haz clic aquí y descubre el plan que hicimos luego.
Texto: Christian Oliva-Vélez
Fotos: David Suárez
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