El contacto con la naturaleza invita a cocinar, eso hice en Estrela do Mar. Elegí la música perfecta. Me acarició el sol y el viento. Vivir así es un placer.
Eros y yo somos amantes del sol: ¡nos fascina! Desde Estrela do Mar, la villa donde nos alojamos, oí y miré el romance entre el mar y la tierra. Para añadir más seducción al escenario, me llevé un Bose Mini. Con grandes de la música brasileña y Frank Sinatra, estuvimos en la gloria (escucha mi playlist). Aunque es invierno, un bloqueo atmosférico nos regaló 18 grados. Sin creerme un garoto (chaval), me quedé casi desnudo. Cerré los ojos.
Continuando con esta serenata diurna y pensando en mis lectores que buscan villas más grandes, para grupos y familias, quedé con Paulo, guest relations.Conocí las demás propiedades de Vila Vita Collection. Él me contó que, cuando llegan los huéspedes, se quedan enamorados de las vistas. Rara vez salen de la casa, donde lo tienen todo. En la comodidad de su residencia temporal, suelen contratar los servicios del chef, camareros, barman y mayordomo.
Algo parecido nos ocurrió a nosotros. Llegó la hora de comer y fuimos a un pequeño supermercado en Salema. Coloqué la mesa con amor. Hice al horno unas verduras de la huerta con orégano fresco y aceite de oliva extra virgen de Alentejo. Descorché un Herdade dos Grous, los caldos de esta bodega son muy codiciados. Todo estuvo riquísimo.
Texto y fotos: Christian Oliva-Vélez
Que lindo se ve todo !!!! Chris y Eros impecables !!
Me alegro. Gracias por tu comentario.